Posted by : Unknown
domingo, 17 de abril de 2016
Narcotráfico y democracia: la experiencia
colombiana
Para los colombianos de hoy, la droga se ha
convertido probablemente en el fenómeno de mayor impacto sobre la vida nacional
del último medio siglo. Al narcotráfico se atribuyen, en diversas medidas y con
grados variables de exactitud, efectos de todo orden. Para algunos, la exitosa
marcha de la economía durante los últimos veinte años tiene en los recursos
generados por la venta de drogas una de sus causas principales. Para otros, la
violencia, que ha afectado al país en un grado desconocido por cualquier
sociedad que no se encuentre en una guerra abierta, es atribuible ante todo al
impacto de los grandes grupos de delincuentes generados por el tráfico de
estupefacientes.
La
destrucción del sistema judicial, la impunidad habitual, la corrupción
creciente, son atribuidos en forma usual al papel de los comerciantes de
estupefacientes. Dineros y recursos, a su vez, han permitido en opinión de
muchos que la droga influya sobre los hábitos de consumo, la cultura diaria de
la población, el manejo de los medios de comunicación, las campañas políticas,
los partidos, y en general sobre la distribución del poder. No solo algunos
periodistas extranjeros o los retóricos funcionarios del gobierno
norteamericano caracterizan a Colombia como una narco democracia: nuestros
mismos compatriotas ven con diaria reiteración las noticias que muestran como
el congreso, los alcaldes de remotas localidades, la justicia o los
funcionarios burocráticos están penetrados, influidos, orientados por los narcos.
Como ocurre siempre en situaciones complejas
y dramáticas, estas caracterizaciones encierran mucho de verdad pero al mismo
tiempo se someten a la lógica de una retórica que en pocas áreas ha tenido
tanta fuerza como en esta. El narcotráfico, en todo el mundo, es un fenómeno
que se entiende poco pero se denuncia mucho, en el que las percepciones
inmediatas nunca ceden ante las evidencias pausadas de la investigación, en el
que los intereses de los gobiernos y de los medios de comunicación favorecen
visiones sensacionalistas y extremas, que dificultan captar en su nivel real la
magnitud del fenómeno y analizar las difíciles tramas de causalidad e
influencias que los afectan.
En este texto, en forma somera, tratare de
hacer una presentación esquemática, pero que espero no pierda todos los
matices, del problema del narcotráfico en Colombia durante los últimos años,
tratando de seguir este proceso, y el de sus variadas influencias sobre la vida
Colombiana, teniendo siempre como punto de referencia su impacto sobre la
política y la economía del país.
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